TEORÍA DEL FLOGISTO
En 1702, Georg Ernest Stahl (1660-1734), desarrolló la teoría del flogisto para poder explicar la combustión. El flogisto o principio inflamable, descendiente directo del "azufre" de los alquimistas y más remoto del antiguo elemento "fuego" era una sustancia imponderable, misteriosa, que formaba parte de los cuerpos combustibles. Cuanto más flogisto tuviese un cuerpo, mejor combustible era. Los procesos de combustión suponían la pérdida del mismo en el aire. Lo que quedaba tras la combustión no tenía flogisto y, por tanto, no podía seguir ardiendo. El aire era indispensable para la combustión, pero con carácter de mero auxiliar mecánico.
Las reacciones de calcinación de los metales se interpretaban a la luz de esta teoría del siguiente modo: el metal, al calentarse perdía flogisto y se transformaba en su cal. Es precisamente aquí donde falla la teoría del flogisto. ¿Cómo la cal es más pesada que el metal correspondiente, pese a que éste ha perdido flogisto?. Este problema sin resolver no era tan serio en el siglo XVIII como nos parece hoy a nosotros. Mientras la teoría del flogisto explicase los cambios de aspecto y las propiedades, cabía ignorar las variaciones en la masa. Fue Lavoisier quien demostró la inexistencia del flogisto
APORTACIONES DE PRIESTLEY
Químico y teólogo británico quien recogió y estudió casi una docena de gases nuevos. El descubrimiento más importante de Priestley fue el oxígeno; pronto se dio cuenta de que este gas era el componente del aire ordinario responsable de la combustión, y que hacía posible la respiración animal. Sin embargo, su razonamiento fue que las sustancias combustibles ardían enérgicamente y los metales formaban escorias con más facilidad en este gas porque el gas no contenía flogisto. Por tanto, el gas aceptaba el flogisto presente en el combustible o el metal más fácilmente que el aire ordinario que ya contenía parte de flogisto. A este nuevo gas lo llamó ‘aire deflogistizado’
APORTACIONES DE LAVOISER
Sus múltiples experimentos lo llevaron a la conclusión que el responsable de la combustión era el oxígeno y en una memoria publicada en 1780 llamada “sobre la combustión” Lavoisier presentó su nueva teoría de la combustión. En ella establece que un cuerpo sólo puede arder en presencia de oxígeno y que el aire se “destruye o se descompone” durante este fenómeno. El incremento en peso del cuerpo que arde es exactamente igual a la cantidad de aire “destruido o descompuesto”. La diferencia con la teoría del flogisto se hace evidente pues según ella el flogisto está en el cuerpo que arde mientras que Lavoisier propone que la sustancia que permite la combustión está en el aire.
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